El ataque de pánico está íntimamente relacionado con la ansiedad y con la depresión. Puede ocurrir que una persona depresiva sufra de ataque de pánico. Si bien no se conocen causas específicas que puedan derivar en un ataque de pánico, si existen situaciones que pueden disparar estos ataques.
Predisposiciones de largo plazo: estas están relacionadas con la herencia y con los factores ambientales relacionados con la infancia.
Fobias: estas pueden desencadenar ataques de pánico a ciertos factores.
Causas disparadoras: como por ejemplo la pérdida o alejamiento de un ser querido, una separación, exceso de alcohol o drogas, etc.
Causas persistentes: pensamientos negativos constantes, sentimientos reprimidos o falta de habilidad para expresar lo que se siente.
Si bien el ataque de pánico comienza de repente, algunos de los síntomas pueden persistir por una hora o más.
Síntomas de ataque de pánico
Dolor de tórax
Mareos
Miedo a morir
Miedo a volverse loco
Sensación de irrealidad
Sensación de asfixia
Náuseas
Palpitaciones
Dificultad para respirar
Sudoración
Temblor
Las terapias alternativas pueden ayudarte
