LINAJE DEL MAESTRO
DANIEL CONFORTTI
Dr. Mikao Usui
Japón
Dr. Chujiro Hayashi
Japón
Sra. Hawayo Takata
Hawai
Phillys Furumoto
U.S.A.
Carol Farmer
U.S.A
Leath Smith
U.S.A
William Lee Rand
U.S.A.
Claudio F. Marquez
Argentina
Rosa Primavera Alvarez
Argentina
Daniel Confortti
Argentina
DANIEL CONFORTTI
T.E. 0299-4433835
156231248
MEDITACION
domingo, 20 de junio de 2010Sentados cómodamente, con la espalda recta o de pié en círculo y con las manos unidas (dependerá del número de participantes y lugar), van respirando lentamente, con expiraciones e inspiraciones largas pero sin forzar, y al respirar van cesando y deteniendo su cadena de pensamientos hasta que esté parada lo más posible (esto cuesta, no importa el tiempo que pasen haciendo respiraciones, pero hay que llegar a hacerlo lo mejor posible).
Una vez conseguido lo máximo que nos sea posible, seguimos respirando y con cada respiración llevamos nuestra conciencia, paso a paso pero decididamente hasta conectar con nuestro corazón (Ser Interno) y situarla allí, plena, completa y extática, durante unos segundos en los que solo existe y somos nuestro propio corazón (Ser Interno). Siente expandirse y derramarse sobre ti el inmenso Amor que hay en tu corazón. Si tienes dificultad para sentir esto, golpea tres veces con los dedos de tu mano izquierda en el hueco que hay entre tus pechos (timo) y espera
respirando.
Repetimos el proceso hasta tres veces y esperamos tres respuestas positivas. En caso contrario, o de duda, pues meditamos en otra cosa y seguro que nos será de sumo provecho.
Una vez pedido y recibido el permiso de nuestro Ser Interno, invocamos la presencia de nuestros Maestros y Guías, de nuestros ángeles y protectores, etc. para que participen y nos ayuden en este proceso.
A continuación vamos a realizar tres ejercicios de limpieza y sanación que nos servirán para despejar y mejorar el espacio interior.
Vamos a liberarnos de energías negativas, bajos astrales y densidades no deseadas. Para ello, visualizamos durante un minuto como nuestro cuerpo arde por completo en un fuego rojo anaranjado que quema y purifica nuestro campo astral, a la vez que pedimos con energía a estas entidades que abandonen nuestro cuerpo y nuestro campo etérico. Acto seguido nos bañamos inundándonos en una luz violeta brillante y poderosa quedando transmutada toda energía de baja densidad.
Vamos a liberarnos ahora de cargas, miedos, penas y limitaciones. Visualizamos uno por uno, llevando nuestra conciencia hasta cada una de estas cargas, karmas, miedos, causas de sufrimientos y limitaciones conscientes. Uno a uno visualizamos como los vamos metiendo en una mochila.
Cuando hayamos terminado, visualizamos como metemos en la mochila todas las cargas, miedos y limitaciones de los que somos inconscientes y cerramos la mochila. Acto seguido la cargamos a la espalda. Es muy pesada. Caminamos con ella por una cuesta arriba muy empinada y sentimos su peso. Cuando ya no podamos mas, entonces hemos llegado al borde de un precipicio muy alto donde las nubes bajas nos impiden ver el suelo. Acto seguido descargamos la mochila y la arrojamos con decisión y fuerza, pero con desapasionamiento, hacia el fondo del barranco y vemos como se pierde entre las nubes. Regresamos el camino andado ligeros, contentos y felices.
Vamos a limpiar nuestra relación con nuestra Madre y nuestro Padre físicos, condición necesaria para conectarnos con nuestra Madre Tierra y nuestro Padre Sol. Para ello pasamos revista de conciencia, una a una, a nuestras desavenencias pasadas y presentes con cada uno de nuestros Padres físicos y como está el estado actual de perdón e integración de dichas desavenencias. También observamos, si somos conscientes de ello, la herencia de personalidad (karma de linaje) que cada uno de ellos ha dejado en nosotros par que sea sanado por nosotros. Como en el caso anterior, todo lo que hemos visto lo metemos en una pequeña barca y cargando con ella visualizamos como nos acercamos a un río y la ponemos a flotar, amarrada a la orilla con una cuerda. Miramos el contenido de la barca y perdonamos y pedimos perdón al fardo de desavenencias y desencuentros. Arrancamos Amor y Perdón, Amor y Perdón, Amor y Perdón desde nuestro corazón que habíamos dejado abierto y lo vertemos y derramamos sobre la barca y su contenido. En un momento dado, nuestro corazón, a la vez que Amor, nos entregará un instrumento cortante, sean tijeras, o cuchillo, o hacha. Con el instrumento y llenos de Amor y Perdón, cortamos las amarras y vemos como la barca se aleja arrastrada por la corriente. Solo cuando recibamos el instrumento podemos proceder al corte de amarras, no antes. Si no llega, pues pasamos meditar en otra cosa y nos apuntamos "trabajarnos fuertemente la sanación
parental". Una vez cortadas amarras, con desapasionamiento volvemos la espalda a la barca y seguimos el camino de regreso. Hemos roto y sanado amarras energéticas con nuestros padres físicos. Ahora nos relacionamos con ellos de Ser a Ser, conscientemente, desde el Corazón y no desde la emoción.
Vamos ahora a conectarnos con la Madre Tierra y el Padre Sol, como paso inmediatamente previo a la recepción de la Energía Crística. Para ello, invocamos y pedimos amorosamente la conexión del Amor de la Madre y, acto seguido, visualizamos como un Rayo energético Plateado sube veloz desde el Corazón Cristal de la Madre Tierra y entrando por nuestro pies o por nuestro chakra raíz se aloja directamente en nuestro corazón, manteniendo la conexión permanente. De igual manera, invocamos y pedimos amorosamente la conexión del Amor del Padre y, acto seguido, visualizamos como un Rayo energético Dorado baja veloz desde el Padre Sol y entrando por nuestra coronilla o por nuestro chakra corona se aloja directamente en nuestro corazón, manteniendo la conexión permanente. Ahora estamos verdaderamente anclados en nuestro papel de Seres Humanos.
abierto y amoroso.
Extendemos los brazos y los abrimos e invocamos la presencia de la Energía Crística en nuestro corazón, con fuerte deseo e intención de recibirla. Visualizamos a la vez como una llama de fuego se va encendiendo y va creciendo en nuestro corazón, poco a poco. Podemos inspirar esta visualización mirando la llama de la vela en el centro del Altar.
Mientras lo hacemos, podemos mirar también la fotografía o fotografías de Jesucristo que se recomienda que estén sobre el altar. Y esperamos hasta que nuestra visión interior vea como una imagen de Jesucristo crece en nuestro interior, entre la llama de fuego, y se abre paso, clara, firme y decidida. Y mientras sigue creciendo seguimos, así esperando, plenos de gozo y felicidad de recibir su energía. Cuando finalice su crecimiento (sea este el que sea) habremos terminado.