LINAJE DEL MAESTRO







DANIEL CONFORTTI







Dr. Mikao Usui







Japón







Dr. Chujiro Hayashi







Japón







Sra. Hawayo Takata







Hawai







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William Lee Rand







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Daniel Confortti







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MASAJE TANTRICO

jueves, 4 de marzo de 2010

Según la filosofía tántrica el cuerpo consta de siete chakras que son las fuentes de energías.
Se piensa que los chakras vitalizan el cuerpo estando asociados con la naturaleza física, emocional y mental. La función de los chakras es mantener los planos espiritual, físico, emocional y mental, equilibrados.
Los chakras se distribuyen a lo largo del cuerpo en línea recta desde la cabeza hasta los pies. El que se sitúa en los genitales se denomina kundalini y es una fuente de energía primordial.
A través del masaje tántrico se busca limpiar los cauces por donde discurre la corriente energética que fluye por nuestro cuerpo para poder obtener el máximo placer sensual y sexual. De este modo se acrecienta la capacidad de placer tanto corporal como psíquico.
Durante el masaje se liberan las obstrucciones de nuestro interior distribuyendo la energía retenida por los siete chakras.
En occidente, las distintas religiones que a lo largo del tiempo han dirigido nuestra moralidad se han empeñado en separar el disfrute espiritual del corporal. Han creado falsos mitos y tabúes en torno al sexo llegando incluso a prohibir su práctica.
Por el contrario, el Tantra pone su énfasis en conseguir el mayor placer sensual posible para poder crecer espiritualmente. Y para obtenerlo es necesario desprenderse de sentimientos negativos como la culpabilidad, la represión, la negación y el castigo.
El masaje tántrico es una experiencia sensitiva que explora el camino del bienestar y el intenso placer masajeando meticulosamente el cuerpo de la cabeza a los pies. Las manos del masajista pasan por la espalda, las caderas, los glúteos, las piernas, el vientre, el pecho y se detienen específicamente en las zonas erógenas. No es un acto sexual, es una exploración y una búsqueda del placer sin tabúes en la que el masajeado pone sus propios límites.
Gracias a este masaje los occidentales podemos descubrir sensaciones en nuestro cuerpo que nos son desconocidas. De hecho, debido a las restricciones culturales, morales y sociales que nosotros mismos nos imponemos dejamos sin explorar los placeres corporales que propone el Tantra.
El Tantra mantiene la teoría de que al hombre le envuelve una fuerza energética que comparte con los demás hombres y con el universo. Si ese flujo energético se encuentra con obstáculos, en nuestro cuerpo o en nuestra mente, la energía se desequilibra dañándonos a nosotros mismos y al universo.
La descompensación o bloqueo de la energía en nuestro cuerpo hace que nos encontremos sin fuerzas, apáticos, irritables, tristes, sin deseo.
También puede ocasionar molestias en el sistema locomotor, por ejemplo en la espalda, el cuello, las piernas. El masaje además de ser una fuente de relajación de músculos y nervios activa la circulación, incrementa la buena digestión, normaliza el metabolismo, elimina toxinas y activa el funcionamiento pulmonar.
Las claves fundamentales de un buen masaje tántrico son tres: serenidad, comodidad y relajación.
Por parte de la persona que da el masaje es fundamental la serenidad, debe de realizar los movimientos con lentitud y sosiego. Y por su parte, la persona masajeada ha de estar lo más cómoda posible y respirar profunda y lentamente de manera relajante durante todo el masaje.