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LOS MASAJES CON CUCHILLOS ULTIMA MODA EN TAIWAN

martes, 11 de mayo de 2010

Los taiwaneses, muy aficionados a los masajes relajantes a base de perfumes, aceites y manos diestras, acuden ahora a salas donde ofrecen estos servicios pero con cuchillos, una modalidad que ayuda a sanar enfermedades y que se ha convertido en la última moda.
La técnica es sencilla: tocar con los afilados cuchillos de cocina la espalda del cliente, que no parece temer las heridas de tan acrobático masaje.
Uno de los maestros en este arte es Pan Wen-hsiung, que tiene tres ayudantes, mientras que los clientes son taiwaneses como Peng Lan-ying, de 51 años, que espera ser curada de sus dolores crónicos de cuello y espalda ocasionados por un accidente de motocicleta.
La señora Peng también cree que sus molestias se deben al exceso de actividad, al estrés y a las consecuencias de su menopausia, y su confianza descansa en los siglos de experiencia que en China se tiene de esta curiosa técnica.
Esta cliente siguió un tratamiento de medicina tradicional china en una clínica especializada en afecciones de la espina dorsal, pero no quedó convencida: "me ayudó algo, pero después de ver un informe sobre el masaje de cuchillos en televisión, probé y esto va mucho mejor", asegura.
"Al principio me daba miedo que un cuchillo tocase mi cuerpo y sentí un sudor frío la primera vez, pero luego vi que no era para tanto", añade Peng, quien ahora no se inmuta cuando los cuchillos retozan en su espalda.
El dolor se ha mitigado y tras cinco sesiones desapareció casi por completo, además se despidió de sus frecuentes jaquecas y del zumbido que siempre tenía en un oído.
Peng es el prototipo de clientes que acuden al salón de Pan Weng-hsiung, en su mayoría mujeres entre 30 y 70 años con dolencias musculares, de ligamentos o de la espina dorsal.
Sin embargo, también visitan esta "clínica" hombres y mujeres que quieren perder peso o librarse del insomnio, el hipertiroidismo o enfermedades digestivas.
Las sesiones se prolongan entre 20 y 40 minutos y los clientes deben llegar con una hora mínima de ayuno y beber litros de agua al término del masaje.
En este salón se mezclan el rumor de los cuchillos y la animada charla de masajistas y clientes con el silencio de quienes se quedan dormidos o los gritos de dolor causados por el contacto con los puntos ligados a las afecciones.
"Este masaje funciona de modo similar al de un pararrayos, el dolor se va por el cuchillo porque la energía negativa del metal actúa sobre la positiva del lugar dolorido, y se siente un pinchazo que libera el dolor", explica el dueño del salón.
Los masajistas utilizan cuchillos con hojas de 20,5 centímetros de largo y 8,5 de ancho, y no causan herida alguna, siempre y cuando los clientes permanezcan inmóviles.
Esta técnica la aprendió Pan hace 20 años de un monje budista japonés, que utilizaba una espada de samurai para los masajes.
Según la leyenda, el masaje con cuchillos fue utilizado por los monjes de las dinastías chinas Han (206 AC-226 DC) y Tang (618-907 DC), y luego se extendió a Japón.
Pan, que es microbiólogo, no habían practicado este masaje para ganarse la vida hasta hace seis años, cuando lo aplicó en Malasia a una persona que tenía paralizada una parte de su cuerpo y comprobó su efectividad.
Fue entonces cuando Pan abrió salones en Taiwán y Malasia; desde esa fecha ha entrenado a unos 500 masajistas cada año y no le faltan clientes.
Fuente: EFE